La voz del docente

Llevo un par de días con un buen resfriado, y hoy me he levantado con la garganta bien cogida. Después de todo el día hablando con los niños y forzando la voz, he llegado a mi casi prácticamente sin ella. Por eso me he puesto a pensar en la importancia que tiene la voz para los docentes y por ello he buscado una serie de pautas que han de ser tomadas en cuenta para cuidar nuestro mejor instrumento. 


Os pongo unas cuantas:

• Utilizar chicles neutros para favorecer la secreción salivar.
• El agua es un lubricante ideal para las cuerdas vocales. Hay que beberla a sorbitos durante todo el día o bien cada media hora.
• No fumes. Ningún profesional que precie su voz debe caer en este mal vicio.
• Utiliza el flujo de aire para iniciar las frases (esto lo veo un poco extraño, será cuestión de practicar).
• Hay que aprender a respirar bien, la expiración es simultanea con la emisión.
• Usa pañuelos en la garganta al salir de ambientes cargados.
• No inhales olores fuertes, puesto que irritan la mucosa del aparato respiratorio.
• Humidifica el ambiente.
• Cuidado con los aires acondicionados y radiadores.
• Si coges un catarro, además de la medicación del especialista, efectúa vahos, bebe mucho líquido y descansa la voz y el cuerpo.
• Evitar la tos brusca y el carraspeo (en esto caigo yo siempre, tendré que aprender a evitarlo).
• Desconfía de las ronqueras que duran más de 15 días y acude al especialista.
• No exijas a tu voz más de lo que le exigirías al resto del cuerpo.
• Descansa la voz a lo largo del día.
• Explícales a tus alumnos por qué tienes que tener cuidado con la voz, y no chilles (esto lo veo yo complicado si quieres hacerte oír en una clase de 27 niños de 6 años...).
• Utiliza sonidos para llamar la atención (palmas, silbato...)
• El silencio no se impone en la clase, se crea, se educa.
• Tenemos que aprender que la enseñanza no consiste en clases magistrales.

Estos son algunos consejos pedagógicos que he encontrado. Obviamente, existen muchas más maneras de cuidar la voz, pero, lamentablemente, sí o sí, al igual que un obrero puede sufrir dolor de espalda, es inevitable que las cuerdas vocales se vean afectadas en los docentes.

Sin embargo, espero que a algunos os sirvan o, al menos lo tengáis en cuenta para que el daño sea menor.

¡Un saludo!